sábado, 2 de diciembre de 2006

Pasan los sueños

Pasan los sueños
como barcos veleros
dejando estelas en las miradas
y brumosas ausencias de lejanías
pasan algunos
pero otros más tercos
como boyas flotantes en la nostalgia
son asideros para los náufragos
sus cuerpos húmedos
sus blandos faros de luces claras
son el conjuro para el cansancio
ahora lo entiendo
soñar no es malo
es hacerse una casa con horizontes
crear fulgores
que atemperen la vida
fundir fragancias
frágiles y ligeras como la espuma
y eso no es malo
los sueños alimentan tras la vigilia
y empujan a los hombres hacia la pompa
irisada y temblona de las infancias

J. Carlos Gómez

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